viernes, 3 de diciembre de 2010

INCIDENTES

aqui esta el otro cap sorry x no haberlo subido antes es que me surgieron varios inconvenientes
sorry x la tardanza pero aqui esta espero lo disfruten y les guste..=D
capitulo 12:


INCIDENTES

Me quede petrificada con los ojos en blanco, no sabia si huir o quedarme ahí, lo único que pasaba por mi mente era Alec, quería voltear a ver si seguía allí, pero temía que si lo hacia el licántropo me atacara, lo observe, era sumamente alto, me sobre pasaba muchos centímetros, se paraba en dos “patas” pero tenia una posición mas como de animal, sus ojos negros como la oscuridad, eran profundos y con deseos de acabar conmigo, escuchaba su respiración acelerada, probablemente por haber estado corriendo, y escuchaba la mía, respiraba profundamente, pero poco, me quede así durante unos segundos y después escuche que me llamaban, reconocí la voz de inmediato, era Alec desde unos diez metros de donde estaba, no volteé, sin embargo el licántropo se percato de su presencia y miro hacia la dirección de donde provenía la voz para luego volver a mirarme a mi, no reaccione, si hubiera estado pensando con claridad hubiera huido, o mejor dicho hubiera escapado de el, huido jamás, no dejaría a Alec solo, no importaba el peligro, el se había convertido en mi vida, en parte de mi.

Aun seguía mirando al licántropo, sin saber que hacer, pensé en atacarlo, no sabia que sucedería pero era mejor intentarlo que quedarme ahí como una indefensa criatura, estaba lo suficientemente lejos de el como para correr, así que eso hice, corrí a una gran velocidad en la dirección en la que se encontraba el licántropo, y salté sobre mis pies, elevándome sobre él e apoyándome en sus hombros para guindarme a su espalda, lo tenia fuertemente atrapado sosteniéndole la cabeza, lista para partirle el cuello, pero pasó lo imprevisible, el licántropo me tomo por los brazos y me lanzo con fuerza hacia delante, haciendo que volara por en medio de los árboles, choque contra uno dejando un enorme hueco y daños colaterales irreversibles en el árbol, me puse de pie de nuevo buscándolo con la mirada, seguía de pie en el mismo lugar, mirándome con cara de regocijo, le gruñí, de nuevo Alec grito mi nombre, pero no lo mire, temía mirarlo a los ojos, me concentre en volver a atacar al licántropo, agazapándome para lanzarme sobre el, pero antes de que lo hiciera Alec se lanzo sobre el enorme licántropo, golpeándolo contra el suelo, e inmovilizándolo, el enorme hijo de la luna no hizo nada, se quedo totalmente quieto, sin ningún signo de forcejeo, me supuse que Alec estaba usando su don, lo tomo de ambos brazos y tiro hacia lados opuestos de tal manera que se los arranco, me quede totalmente paralizada con el horror dibujado en mi rostro, no por la forma de acabar con el licántropo, sino porque nunca lo había visto así, sentí que estaba dominado por la ira, me quede allí observando.

Alec termino con él, y se levanto, volteándose a mirarme, en su rostro también estaba dibujado el horror, me miraba con ojos preocupados, yo seguía agazapada en el suelo, me desplome, dejándome caer arrodillada, deje de mirarlo para mirar al piso, sentí su tacto en mis brazos, seguía sin mirarlo, solo lo abrace y hundí mi cara en su pecho sin decir una palabra, el correspondió a mi abrazo.

-Tan… ¿estas…bien?- hablo muy pausadamente y entre cortado sin poder decir mi nombre completo, solo asentí abrazándolo mas fuerte.

-Respóndeme, dime algo- me dijo suavemente al oído, me sentí ahogada, sin poder hablar, ¿por qué me sentía de esa manera?

-Estoy bien- logre decir y luego agregue: ¿y tu?

-Bien- me contesto sin un rasgo de emoción en la voz, alce mi mirada para verlo, miraba hacia la profundidad del bosque, buscando algo con los ojos, no volteé a mirar solo lo contemple, esperando que sintiera mis ojos clavados en los suyos.

Me miro, sosteniendo mi rostro entre sus manos-Te dije que te fueras-me dijo en un tono extremadamente bajo, su voz se escuchaba sin emoción.

-No te dejare solo- dije negando con la cabeza.

-Por favor-me rogó, mirarlo así me hizo retroceder, por un lado deseaba quedarme, pero…

Suspire, nos pusimos de pie, en ese instante percibí de nuevo el repugnante olor esta vez de tres licántropos que nos rodeaban, Alec tomo fuertemente mi mano y corrió conmigo hacia el lado opuesto, pero allí estaban, siguiéndonos, eran muchos mas de los que habíamos pensado, vino a mi mente Jane, Felix y Demetri, ¿Dónde estarían?, no podía preocuparme por ellos ahora, nos detuvimos en mitad de un pequeño claro, estábamos a campo abierto, en cierto modo indefensos, nos seguían rodeando pero no los divisaba.

-Nos rodearon- dije, sin mirar a Alec.

-Si, son mas de los que pensábamos, esto fue una trampa- dijo Alec, tomándome aun más fuerte de la mano. Mire a los alrededores, entonces logre verlos, eran ocho de ellos contra dos vampiros, nos cercaron formando un circulo a nuestro alrededor, había estado en situaciones de guerra contra otros vampiros, pero nunca contra licántropos, que eran obviamente mas fuertes que yo, no supe que hacer, solo me apreté contra Alec, los licántropos se detuvieron a tan solo un metro de donde estábamos, sin dejarnos salir, aunque eso no representaba un problema, igualmente nos quedamos ahí, esperando.

-¿Nueva compañera?- pregunto uno de ellos a Alec, así que los conocía, me imagine que este no debió haber sido su primer encuentro, Alec le gruño al licántropo.

-Limítate a tus asuntos- le dijo Alec con actitud repulsiva, yo no dije una palabra.

-Nuestro último encuentro no resulto muy bien para ti Alec, deberías calmarte un poco- me horrorice ante esas palabras, ¿a que se refería con que no había terminado bien para él?

-Cállate-le grito- a quien quieres es a mi, déjala ir a ella- negocio, pero yo no me iría, no con ellos ahí rodeándolo, no podía.

-¿Por qué lo haría?, así mató dos pájaros de un tiro- le respondió él, observándome de pies a cabeza con mirada morbosa, estaba que hervía de irá, no solo por lo que decía sino por como me miraba, le gruñí.

-No Alec, no me iré- le dije sin mirarlo.

-Valiente, ¡Ja!- replico el licántropo que estaba al lado del que habló primero, burlándose de mi, deseaba partirle el cuello para que se callará.

-Tanya, por favor- me dijo, negué con la cabeza.

-Ya acabemos con esto de una vez- dijo el primer licántropo, haciéndole señas a los demás.

-¡No!,- grito Alec, tomándome de la mano- quédate junto a mi- me dijo al oído demasiado bajo como para que ellos escucharan, en seguida sentí como una especie de niebla me rodeaba, en el instante que me alcanzo quede carente de todo, no podía sentir, oír, ver, hablar, ni moverme quede totalmente en la nada, en una oscuridad abrasadora, sin vida, sin Alec, intente salir a flote de ese profundo mar negro en el que me hallaba, pero entre mas intentaba hacerlo, más me hundía, me sentía perdida, sin nada, ni siquiera podía oler, razonar en ese momento también me era difícil, aun tenia algo de conciencia para saber que Alec estaba usando su don contra los licántropos y que como yo me encontraba tan cerca de él, no podía evitar que a mi también me afectara, estar bajo el poder de su don era abrumador, sabia que Alec era poderoso, pero sentir su efecto en mí fue extraño, mas que abrumador para mi fue como su forma de protegerme, al estar bajo su efecto no pude ver ni sentir nada de lo que pasaba a mi alrededor, no supe cuanto tiempo pasó, ni que sucedió en ese lapso mental en el que no tuve control de mi, solo sabía que si Moria no sentiría nada, no me importaba, pero no deseaba la muerte, no estaría con el amor de mi existencia, no estaría con mi Alec, de solo pensarlo deseaba llorar, pero no podía, no podía ni siquiera abrir los ojos en el lugar en el que me hallaba, era como si mi cuerpo estuviera a la deriva en el profundo mar, no sentía el ardor abrazador que era la sed en mi garganta, era como estar muerta, totalmente muerte, no como cuando eres vampiro, esto es diferente, aun siendo una no-muerta, una vampira, tenia sensaciones, sentidos y emociones, pero ahora no había nada, absolutamente nada que sentir.

En un instante todo volvió a cobrar sentido, como si hubiera vuelto a la vida, como si hubiera estado dormida y ahora despertaba, mire a mi alrededor, Alec estaba junto a mi, y ya no nos encontrábamos en el claro si no entre los árboles, fui recuperando mis sentidos mientras la neblina se iba disipando totalmente, me llevaba cargada en brazos, intente incorporarme y ponerme de pie, pero él no me dejo.

-Alec…- no me dejo continuar colocándome un dedo en los labios.

-No digas nada- me dijo apenas con un hilo de voz, poco perceptible hasta para mi, camino en silencio hasta llegar a donde se encontraban Jane, Felix y Demetri, estaban en perfectas condiciones, me inspeccione y posteriormente a Alec, también estábamos en perfectas condiciones, sin un rasguño, me pregunte entonces que sucedió con los licántropos.

Volvimos en silencio los cinco, aun llevada en brazos por Alec, no proteste ni dije una sola palabra con respecto a lo que sucedió, sabia que cuando llegáramos al castillo las cosas no serian sencillas, por una parte sabía que tendría que reconocer que no debí ir a la misión con Alec, me importaba mas lo que el pensara que lo que pensaran el resto de los Vulturi, sabía que estaba molesto, y lo que mas deseaba era que me perdonara, no me concentre en ese pensamiento, tan solo imaginarme que estuviera molesto conmigo era como sentir que había un enorme vacío en mi, y por otro lado tendría que escuchar lo que Aro tendría para decirnos, y no solo el, sino también lo que me dirían los tres vampiros que estuvieron de cierta forma presentes.
Me sentí algo inútil., no solo porque no los pude ayudar de ninguna forma, en cambio dificulte la misión, sino porque no era el primer enfrentamiento que había tenido, y aunque ninguno fue contra licántropos, no justificó que ni siquiera halla podido contra uno de ellos siendo una vampira con habilidades, aunque no posea ningún don como Alec, Jane o mi hermana Kate, siempre había tenido excelentes técnicas de combate.

El regreso al castillo fue en un tiempo mas corto que el que empleamos para llegar a donde estábamos y como íbamos en silencio fue muy incomodo, no me atreví a preguntarles que sucedió con la manada de licántropos, ya en mi cabeza empezaban a formase ideas sobre lo que ocurrió, pero no quise conjeturar nada hasta saberlo con certeza después de todo Alec debía decírmelo.

Cuando llegamos fuimos directamente a la sala de reuniones, me supuse a informar a los Vulturi sobre lo que sucedió en la misión, hice amago para que Alec me bajara, esta vez me soltó sin protestar bajándome cuidadosamente, casi como si fuera de cristal, caminamos hasta la ya conocida entrada, la puerta estaba abierta de par en par, y los tres lideres estaban sentados en sus respectivas sillas, Aro se extraño al verme, y todos en realidad, recordé que Alec no le había informado a Aro que yo iría con ellos, me preocupo ese hecho, pero decidí pasarlo a segundo plano y escuchar primero lo que dirían, quizá y así también me entere de lo que paso mientras estaba bajo el don de Alec.

Aro se levanto de su asiento y se dirigió directamente hacía Alec quien estaba a mi lado, tomándome de la mano, juraría que temblaba, pero sé que no era así, el Vulturi habló- ¡Que rápido volvieron!- Aro sonrío- permíteme por favor- dijo extendiendo su mano frente a él para que se la diera, Alec no dijo nada, solo se limito a colocar la mano libre sobre la de Aro, este cerro los ojos y observo cada uno de los acontecimientos que sucedieron, me sentí aun mas culpable de lo que ya me sentía, por convencer a Alec de que me dejara ir con ellos y de que no haya resultado por mi culpa, aunque yo no sabia que había ocurrido después.

-¡Maravilloso!- exclamo- así que después de todo resulto bien- perfecto- proclamo la palabra con júbilo, entonces eso significaba que mientras estuve fuera de mí, todo resulto bien-pueden retirarse- se dirigió a Alec y a mi- Jane, Felix y Demetri, ustedes no, necesito decirles algo- nos encaminamos hacía la salida, sentí curiosidad de saber que les diría, pero pensé que ya había sido suficientemente curiosa por hoy. Caminamos en silencio a un ritmo normal hacía la habitación, mí habitación, no me gustaba usar ese adjetivo, no quería sentir quera mía, no encontré la razón, y no me preocupe en buscarla, entramos, seguía exactamente igual que en la mañana, la única diferencia era el ambiente, la atmosfera era tensa, no sabia que decirle a Alec ni en que terminaría todo esto, me sitúe lo mas lejos de él en la habitación, me encontraba en un extremo y Alec en el borde de la cama.

-Alec- comencé- losiento, yo…-no me dejo continuar, en medio segundo se materializo frente a mi, silenciándome con un dedo en los labios.

-No tienes nada de que disculparte mi amor, soy yo el que debe pedirte que me perdones- hizo una pausa y continuó- perdóname por hacerte eso, por dejarte sin sentidos, sin nada…-ahora lo silencie yo, había pensado que estaba molesto conmigo por lo de la misión, pero en realidad me di cuenta de que no estaba molesto conmigo sino consigo mismo por lo que me había hecho.

Negué con la cabeza-No, no tienes que decirme eso, se que lo hiciste para protegerme- le dije y sonreí, aunque después me arrepentí de haberlo hecho.

-Igual no justifica que haya hecho que estuvieras bajo mi don, perdóname- me miro a los ojos y pude ver su fuero interno y su descontento por lo que sucedió.

-No hay nada que perdonar, pero…-hice una pausa y después dije- ¿Qué pasó con los licántropos?- solté.

-Al igual que tu- dijo eso con mucho esfuerzo de su parte- quedaron carentes de todo, y Jane y los demás llegaron a tiempo para acabar con ellos, no estuviste así mucho tiempo, a penas terminamos, nos internamos en el bosque y fue cuando recobraste el sentido- concluyó muy secamente, no le gustaba recordarlo.

-Lamento haberte puesto en esa situación- le dije, mirando al suelo.

-En cierto modo es más mi culpa-me dijo, aun seguía mirando al piso, me tomo por el mentón e hizo que lo viera.

-Cambiemos de tema ¿si?- le dije, no quería seguir hablando de eso, ni de quien era la culpa- ¿Aro esta molesto por lo que sucedió?- pregunté, sin esperar que me dijera nada a mi proposición.

-No se, no creo, ¿por qué?- dijo en un tono casual.

-Porque pensé que el no sabia que yo había ido con ustedes.

-No sabia, en realidad se entero cuando entraste conmigo y los demás- lo mire con cara incrédula, me sorprendió que lo dijera como si fuera algo normal.

-Y…Aro no…- no encontraba las palabras adecuadas para expresar lo que pensaba, me preocupo que no se hubiera enterado sino hasta el final de la misión, seguía desconfiando de él.

-No lo hará, no sería capaz- Alec lo decía con mucha seguridad, pero yo no estaba tan segura, me comportaba de una forma demasiado cautelosa con ellos, por ese motivo, el único en el que confiaba hasta mi existencia era a Alec.

No le respondí, solo suspire y me escabullí de él, para sentarme en la cama, Alec se dio media vuelta y quedo de frente a mi.

-¿Qué tienes mi amor?- me preguntó.

-Nada, es solo que, me siento extraña- le respondí, en verdad me sentía rara, algo dentro de mi deseaba salir, y no sabia que era, sentí como si sucediera algo, pero de nuevo o supe que era.

Fue como una especie de presentimiento a lo que ocurrió acto seguido, mi celular, que estaba encima de la cama, sonó, me moví para tomarlo, pero Alec lo agarro primero, y me lo entrego, vi el identificador de llamadas, era mi hermana Kate, tuve miedo de responder, pero apreté el botón de send y espere a que hablaran del otro lado de la línea.

-Tanya…-dijo mi hermana, note en su voz que estaba preocupada- hermana ¿Cómo estas?

-Hola Kate, bien, ¿Qué sucedió?- le pregunte directamente, sin rodeos, sabía que algo pasaba.

-Bueno…lo que pasó es que…-decía palabra por palabra, muy lentamente, sin poder decir nada en concreto, empezaba a preocuparme, mire a Alec que me observaba con detenimiento, y también tenia un atisbo de preocupación por lo que escuchaba, me levante de la cama.

-Dime que pasa Kate, me estoy empezando a preocupar- le dije.

-Es mejor que te lo diga personalmente, lo lamento hermana, pero debes volver urgente- soltó muy rápido, casi que con un hilo de voz, tuve que agudizar mucho para poder oírla, me quede en shock, si debía volver, lo que sucedió fue grave.

-Kate, por favor dímelo, ¿es algo sobre el clan?- pregunté.

-Si, no te puedo decir nada por teléfono- mi fuero interno estaba que estallaba, ¿Por qué no quería decirme?, temía por lo que pudiera sucederle a mi clan.

-OK, esta bien- dije rindiéndome, algo frustrada- estaré allá lo mas pronto posible- concluí, no espere a que me respondiera, colgué y arroje con cuidado el teléfono en la cama, sin embargo eso no evito que rebotara lejos, a punto de caer.

-¿Estas bien?- me pregunto Alec, después de un segundo, tomando mis brazos entre sus manos.

-Algo, mi hermana me acaba de decir que debo volver, y me preocupa lo que haya sucedido, Kate no me llamaría si no fuera estrictamente necesario- mi rostro se descompuso, pero no quise mostrarme así a Alec, lo acomode de inmediato- debo irme, y no quiero.

-Tienes que ayudar a tu clan, no deberías…-lo silencie, poniéndole un dedo en los labios.

-Claro que iré a ayudarlos mi amor, es solo que no quiero estar lejos de ti- le susurre con un hilo de voz, demasiado bajo como para que un vampiro que estuviera cerca lo escuchara.

-Yo tampoco quiero estar lejos de ti, pero debes hacer lo que debes hacer en Denali, y yo no puedo acompañarte-aclaro, sin darme la oportunidad de preguntárselo.

-¿Por qué no?-pregunte dudosa.
-Porque no creo que Aro me de permiso de ir contigo, después de lo que hice- dijo en un tono aparentemente despreocupado, pero en sus ojos pude ver, que si tenia un atisbo de preocupación.

-Después de lo que hiciste…-repetí, y lo mire, no era necesario que le preguntara a que se refería, ya lo sabía, después de haberme permitido ir a la misión sin informarle, eso significaba que si estaba en lo correcto y Alec no le había dicho nada a Aro.

-losiento- articule- no fue m intención provocar…-ahora él me silencio a mi.

-Te dije que no debes disculparte, no fue tu culpa-dijo-. ¿Te irás ahora?- concluyo cambiando el tema otra vez

-Si, me iré ahora, si Kate dice que es tan urgente, debo llegar a Denali lo más pronto posible- mire hacía la puerta cerrada, esperando que la solución entrara, pero no lo hizo, suspire, Kate me dejo en shock, sin decirme nada en concreto, cualquier cosa pudo haber sucedido, no quería sacar conclusiones ni precipitarme a los actos, avance con paso lento hasta la estancia, con Alec detrás de mi, para volver a pasar por el lúgubre pasillo e informar a los Vulturi mi repentino cambio de planes.

Al entrar la atmosfera que había dejado era muy distinta, aun se sentía algo de tensión, pero estaba mucho mas relajada, los lideres Vulturi seguían sentados en las sillas, parecían estatuas de mármol perfectamente cinceladas y pulidas, adquiriendo un tono amarillento con los años, pero aun así hermosas y perfectas, mi piel estaría como la de ellos si no fuera porque yo en mis mil años de existencia he estado en constante movimiento, no me imagino la “vida” como una especie de piedra.
Alec se adelanto y se coloco frente a Aro, tenia un aire encantador, sonreí al verlo así, Aro dirigió su cabeza hacía el, sin levantarse e hizo amago para que le dijera.

-Maestro, Tanya debe irse a Denali por un asunto urgente- le informo, a veces sentía que la lealtad de Alec hacia Aro sobrepasaba los limites, no es que eso me molestara, sino que me daba miedo pensar en lo que Aro podía ordenarle.

-¿Qué sucedió Tanya?- me pregunto Marco, que escuchaba la conversación en silencio.

-No lo se con exactitud, Kate no me dijo mucho, solo se que es muy grave-le respondí con la mayor seriedad que pude.

Marco solo asintió; Aro, que prestaba atención a lo que decía, me dijo:- Esta bien Tanya, ve a Denali y resuelve los asuntos pendientes-. No me gusto la forma en la que me lo dijo, sentí que me lo ordenaba, pero no proteste, solo asentí levemente, y me di media vuelta para salir, sin esperar a Alec, de verdad me frustro la forma en la que me lo dijo, subí a la habitación, para llevarme un pequeño bolso, no sabía el tiempo que me quedaría en Denali, y era mejor prevenir que lamentar, entre al closet y ordene lo que primero que pensé en llevarme muy rápidamente, cuando salí del closet, Alec ya estaba allí, mirándome con cara de confusión.

-¿Qué pasó allá?-me pregunto, yo no lo miraba, estaba organizando las cosas en el pequeño bolso.

-Nada mi amor, ¿Por qué?-le dije en un tono dulce y amable, para que no pensara que estaba molesta.

-Te note extraña-dijo, hizo una pausa y después agrego:- no es tu actitud.

-De verdad no fue nada, no era mi intención dar esa impresión- mentí, no quería hacerlo, pero tampoco quería decirle lo que pensaba al respecto, no saber lo que pasaba y no poder ver a Alec no sabia hasta cuando me molestaba.

Mi novio me acompaño hasta el aeropuerto, no hablamos mucho durante el traslado de Volterra a Roma, él entendía mi situación y mi frustración en ese momento, me sentí bien estando con Alec en silencio, solo abrazándonos. No hubo complicación con los pasajes de avión, fue muy rápido y sencillo, como llegamos al aeropuerto en la mañana tuve que cubrirme del imponente sol que se alzaba cada vez mas sobre nosotros, nos despedimos con un beso, corto pero lleno de amor, lo mire y me encamine hacia el avión de regreso a Denali, me sentí extraña al subir, no pensé que regresara tan pronto a casa y tampoco pensé que regresaría exactamente por ese motivo. Estuve pensando en todas las posibilidades del porque Kate no me quiso decir nada por teléfono, ninguna me agradaba, lo que pasaba en mi clan debía ser muy grave para que ella actuara de esa forma, pensé en mis hermanos, y un miedo terrible me invadió, en parte porque cualquier cosa que haya podido sucederles lo sentía como mi culpa, en primer lugar porque no debí abandonarlos y en segundo porque yo soy la líder del clan, y se suponía que debía estar ahí, pensé que quizá algún nómada se haya topado con nuestra residencia, pero sopese la idea, si era un solo nómada nada podría hacer contra cuatro vampiros experimentados, tal vez pudieron haber sido varios nómadas, pero igual no tendría sentido, ellos no viajan en grupos y que podrían querer de nosotros, estaba segura de que Eleazar podría haber arreglado ese problema. No tenía ganas de imaginar más situaciones, porque cada vez en mi mente eran mas graves, emplee la hora que faltaba para aterrizar en Juneau pesando en Alec, en lo que me había dicho, en las cosas lindas que me habían pasado con él, pensar en eso me tranquilizo y hasta me relajo, a mi lado iba un hombre, el humano debía de tener veinte años cuando mucho, era alto, de piel blanca y ojos azules, un chico apuesto, en todo el viaje no dejaba de mirarme, al principio me incomodo, pero luego me acostumbre a su mirada, era lógico que lo hiciera, recordé a Edward en ese momento, deseando tenerlo a mi lado para preguntarle que era lo que estaba pensando ese chico, pensado en eso, me puse a analizar todo este tiempo, no hacia menos de dos meses mi corazón se sentía vacío, y solo, un poco roto por así decirlo, y queriendo a otro vampiro, uno que era prohibido para mi, pero la vida me dio un giro enorme y ahora me sentía feliz y llena de amor amando a un vampiro que si me correspondía, y que nunca imagine que fuera precisamente él; un Vulturi, mí Vulturi, mi Alec, pensar en todo eso me hizo suspirar, el chico que estaba a mi lado me miro, esta vez sin disimularlo, y yo no pude evitar mirarlo directamente a los ojos, que en ese momento estaba de un dorado intenso, dado que había ido de casa hace muy poco tiempo, si siguiera siendo un súcubo, ese indefenso chico no hubiera pasado de hoy, pero ya no era de esas, sostuve su mirada unos segundos, la sangre le subió a sus blancas mejillas, haciendo que se ruborizara, la desvíe hacía la dirección contraria, el chico prácticamente híper ventilaba, podía sentir como su sangre fluía rápidamente por las venas y su corazón latiendo desenfrenadamente, estaba nervioso, pero entonces escuche el sonido del piloto encendiendo el parlante, un sonido imperceptible para cualquier humano, se escucho la voz del piloto que decía:”Se le informa a los pasajeros que el vuelo con destino a Juneau aterrizara en quince minutos” , suspire de nuevo, pero esta vez hice que se notara menos, faltaba muy poco tiempo para llegar y ver que sucedía con mi clan, mi familia, los quince minutos pasaron mas rápido de lo que esperaba, bajé del avión y busque mi bolso, recordé que cuando me vine para acá a tomar el vuelo hacia Italia, guarde mi auto, un Audi, en el estacionamiento, así que me dirigí hacía allá para regresar a Denali.

Conducir hasta mi destino fue aun más agobiante, recorrí la húmeda carretera a una velocidad en la que la ley me amonestaría, pero eso era lo que menos me  interesaba, y si eso llegara a ocurrir, sobornarlos seria demasiado fácil, demasiado sencillo; seguí conduciendo hasta llegar a la entrada del camino hacia la casa, se parecía a la entrada del camino de los Cullen, pero esta era un poco mas larga, esta vez desacelere, y eso no evito que llegara demasiado rápido a la entrada del claro donde se encontraba mi casa, estacione el Audi en la entrada, a simple vista no pude localizar a mis hermanos ni a ningún otro vampiro desconocido, me imagine que estarían dentro, al abrir la puerta una fría ráfaga de viento inundo el interior del auto y lleno mi nariz de un fuerte aroma, un aroma extraño y peculiar, no lo conocía, pero era muy claro que pertenecía a un vampiro, salí del auto y el aroma se hizo mas concentrado, note que no era uno, eran varios, aproximadamente cuatro, y era reciente, le calculaba máximo un día, eso significaba que la idea que me planteaba no era tan errónea, mi sentido de alerta se activo instantáneamente, mire a los alrededores pero no vi nada extraño, y tampoco sentí la presencia de ningún vampiro, me supuse que mi clan ya sabia que estaba ahí, entre rápidamente y subí al tercer piso, que era donde se encontraban, lo supe porque allí era donde nos reuníamos cuando necesitábamos tratar cosas relacionadas con el clan, entre en la habitación respectiva y allí estaban, se sorprendieron al verme.

-Hermana- Grito Kate, que se lanzo sobre mi, y detrás de ella Carmen, Eleazar y Garret, me di cuenta de que se había adaptado muy bien al clan, me dio gusto saber eso, y que seguía con mi hermana.

-Hola, los extrañe-dije apretujada entre sus abrazos.

-Y nosotros a ti- dijo Eleazar, no quería cortar la atmosfera de bienvenida, pero necesitaba ser directa y preguntar que era lo que sucedía, deje de abrazarlos y ellos a mi dándome un poco de espacio.

-Díganme ¿Qué fue exactamente lo que sucedió?-pregunte.

-No se si cuando entraste, percibiste el aroma de cuatro vampiros- me dijo Eleazar, sonó mas como una afirmación que como una pregunta, asentí y él continuó- hace unos días nos encontrábamos de caza y sentimos exactamente esos mismos aromas, estuvimos siguiéndolos hasta la costa, pensamos en seguirlos, pero después acordamos que quizá serian unos nómadas de paso y regresamos, nuestra sorpresa fue que en la noche nos topamos con los cuatro vampiros, estaban detrás de nuestra residencia, al principio no sabíamos cuales era sus intenciones, pero después nos dimos cuenta de lo que querían- Eleazar dejo de hablar, esperando a que dijera algo, como vio que no dije nada prosiguió- querían sacarnos de nuestro territorio para asentarse aquí.

-¿Y cual es el problema?, no pueden con ellos- dije en un tono gracioso, pero enseguida retome mi cara seria- ¿Qué sucedió entonces?-pregunte.

-Lo que pasa es que estos vampiros no son “normales”, me refiero a que tienen dones, y muy poderosos, los percibí a penas los vi, el primero de ellos tiene el don de mover cualquier cosa que desee con su mente, su acompañante tiene un don parecido solo que ella te controla como una marioneta, el no puede controlarte, el otro vampiro tiene un don parecido al de Nessie y al de Zafrina, crea visiones, demasiado reales, y su acompañante es la única que no posee un don, pero por lo que pude notar es muy buena luchadora-me quede totalmente petrificada con cada descripción que Eleazar me daba, ahora entendía la gravedad del asunto, mi clan no era tan grande como para luchar contra estos vampiros y si querían nuestro territorio no se rendirían tan fácilmente.

-¿Que hicieron?-pregunte.

-Intentamos hablar al principio, pero ellos no quisieron- respondió Carmen- nos atacaron y fue cuando Kate te llamo para que regresaras.

-No fue mi intención hacerte volver Tanya, pero te necesitábamos- dijo Kate dirigiéndose a mi.

-No digas eso Kate, mi deber es estar aquí con ustedes- sonreí- ¿Dónde están esos vampiros ahora?- pregunte.

-No lo sabemos, no nos preocupamos en seguirlos, anoche después de enfrentarse con nosotros se fueron- me respondió Garret, que hasta ahora había estado callado escuchando la conversación.

-Pero regresaran-concluí- si desean nuestro territorio eso es unánime- afirme, estos vampiros eran realmente extraños, ¿Por qué deseaban precisamente nuestro territorio?, eso no tenia mucho sentido, sus intenciones debían ir mas allá de solo querer asentarse en nuestro lugar.

-Por eso te llamamos, para que nos digas que hacer, después de todo sigues siendo la líder del clan- dijo Eleazar, pidiéndome que tomara una decisión.

-No puedo tomar una decisión tan rápido, lo único que se me ocurre es pedirle ayuda a los Cullen- sugerí, esperando que ellos me apoyaran.

-También pensamos en eso, pero quisimos buscarte a ti primero- me respondió Kate.

-¿Entonces los llamo?-pregunte dudosa, me daba mucha pena decirle a Carlisle que me ayudara después de lo que había hecho, pero no sabía que hacer y a los Cullen los consideraba mi familia.

-Si- respondieron todos al unísono, en seguida saque el celular de mi bolsillo y apreté marcación rápida al número de Carlisle, repico una sola vez y al instante respondió.

-¿Tanya?- pregunto Carlisle algo extrañado, me imagine que Alice no estaba ahí para decirle que llamaría- Hola, ¿Cómo estas?- saludó.

-Hola Carlisle, estoy bien, ¿y tu?- camine un poco hacía la puerta, sabia que eso no evitaría que mi clan escuchara, pero al menos sentía la conversación un poco mas privada.

-Bien, ¿y tu como te encuentras?, si me permites preguntar, ¿Qué paso con Alec?- lo dijo algo apenado, había olvidado que ellos sabían el principio de esa historia.

-Estoy bien gracias, no te preocupes claro que puedes preguntar- reí por lo bajo- Alec esta bien, estaba viviendo con el en Volterra- juraría que cuando le dije eso Carlisle se quedo sin aliento, hubiera pagado lo que fuera por ver su cara, tardo unos minutos en responder.

-¿En serio?, ¡que bien!, me alegro por ti Tanya- dijo con verdadero entusiasmo- y ¿Dónde te encuentras ahora?

Me imagine que lo preguntaba porque yo dije “estaba viviendo”- Ahora me encuentro en Denali, es que ha surgido un problema por eso te llamaba- dije, pasándome la mano por el cuello.

-¿Qué ha sucedido Tanya?- pregunto preocupado.

-Lo que pasa es que surgieron varios problemas con mi clan- dije, esperando a que el me preguntara.

-¿Problemas, que clase de problemas?- me pregunto, lo escuche confuso.

-Veras, yo no me encontraba con mi clan cuando sucedió, es algo muy largo y complicado de contar por teléfono, quisiera saber si podrías ayudarme- dije con voz casi inaudible, seguía sintiendo mucha pena con Carlisle.

-Claro que te ayudaremos cariño, hoy mismo salimos para Denali- dijo con voz segura y sin ninguna duda, Carlisle había olvidado por completo aquella falta que cometí con el hacia varios años ya, yo lo sabía pero no podía evitar sentirme así con el, por eso estuvimos fieles cuando sucedió aquel incidente con Renesmee.

-Gracias Carlisle, eres un gran amigo.

-Igual tu Tanya, ahora si me disculpas debo infórmale a la familia, nos vemos allá- dijo despidiéndose.

-OK, adiós, los veré aquí- dije y colgué, me gire para ver a mi familia, que estaban distraídos, hablando entre ellos mismos, disimulando el que no me habían escuchado toda la conversación, me causo gracia el momento.

-Carlisle vendrá con su clan a ayudarnos- anuncie.

-¿Y que hacemos mientras esperamos?- pregunto Garret.

-No lo se, estar preparados por si regresan- le respondí a Garret- Eleazar, háblame un poco mas de sus dones.
-Los percibí en cuanto los vi, son poderosos, es por eso que no pudimos contra ellos- me sorprendí cuando me dijo eso, los observe con detenimiento a cada uno y me di cuenta de que tenían heridas, muy leves casi imperceptibles en los brazos.

-Lamento no haber estado aquí- dije disculpándome, me sentía terriblemente mal por haberlos dejado solos.

-No te preocupes hermana, sabemos que te fuiste por amor, y eso no nos molesta, al contrario, nos encanta que seas feliz con alguien- dijo Kate consolándome.

Sonreí, adoraba a mi familia, porque me entendían, pensé en Alec, no tenia ni veinticuatro horas de estar lejos de él y ya lo extrañaba, esperaba solucionar el problema territorial pronto para regresar a Volterra y verlo de nuevo. La espera de los Cullen se hizo eterna y aburrida, Eleazar, Garret y yo estuvimos inspeccionando el área unos cuarenta kilómetros alrededor de nuestra casa y no encontramos ningún rastro de estos vampiros, y además para su favor la lluvia no ayudaba, porque provocaba que su rastro se borrara, recorrimos todos los posibles lugares en donde podrían estar, pero no los encontramos, regresamos para el Crepúsculo a la casa, Kate y Carmen estaban esperándonos, y para mi sorpresa los Cullen ya estaban ahí, para ser sincera no pensé que llegaran tan pronto, pero me alegro que estuvieran allí, solo estaban Carlisle, Edward, Alice, Bella, Jasper y Emmett, me imagine que Nessie se quedo con Esme y Rose.

-Carlisle- salude y me acerque a ellos- que bueno que están aquí- exprese mi entusiasmo, y seguidamente salude al resto de los Cullen que se encontraban ahí, Edward se quedo muy sorprendido al leer mis pensamientos.

-¿En serio Tanya?- me preguntó, su rostro se debatía entre “No lo puedo creer” y “OH mi Dios”.

Reí, y todos nos miraron extrañados, -si en serio- le respondí mentalmente.

-Quieres explicarte bien porque no entiendo- me dijo, aun seguía confuso, pero la verdad no sabía en que.

-En todo- me respondió, aclarando mi duda.

-Primero les explicare lo que ha sucedido y después te cuento lo otro- le dije con cara divertida, Bella lo miro, preguntándole lo mismo que se preguntaban todos, ¿de que rayos estábamos hablando?, quise reírme, pero tome seriedad en el asunto.

-Entremos- dije, haciéndolos pasar a la estancia.

-Dinos que ha sucedido Tanya- dijo Carlisle.

-Eleazar explícales tu- dije mirándolo, el sabía mas del tema que yo, que no me encontraba aquí cuando sucedió el incidente.

Eleazar empezó a contarles a los Cullen lo ocurrido, lo mismo que me contó a mi hacia varias horas, escuchar de nuevo el relato me hizo sentir la peor vampira del mundo, abandonar a mi clan de esa manera no me pareció nada correcto, aunque a ninguno de ellos les pareció malo, mas bien les agradaba la idea de que estuviera con Alec, yo no podía evitar sentirme mal por eso, me encantaba estar con Alec, pero no Acosta de dejar a mi clan.
Mi familia y la de Carlisle escucharon atentos a Eleazar, podía notar a Alice inspeccionando el futuro a ver si veía alguna posibilidad de que regresaran, no menciono nada, así que no supe si vio algo o no.

-Que vampiros tan peculiares- dijo Edward después de que Eleazar termino de hablar- me parece extraño que simplemente quieran su territorio- acoto, pensando exactamente lo mismo que yo.

-Yo pienso lo mismo, creo que hay algo más aparte de simples problemas territoriales- dije, apoyando la idea de Ed.

-¿Qué piensas que sea Edward?- le pregunto Carlisle.

-No lo se, Alice ¿puedes ver algo?- dijo observándola, la vampira lo miro e hizo amago de que esperara, sumiéndose en el futuro.

-Tanya, ¿donde estabas cuando esto ocurrió?- me pregunto Bella.

-En Volterra- dije sonriendo-estaba con Alec- mi sonrisa se ensancho aun más, recordarlo y ver sus rostros era divertido en serio.

-¡OH, que bien¡- dijo, con el mismo tono de sorpresa de Carlisle- me alegro por ti Tanya-dijo sonriendo y estirando su mano para tocar la mía, yo realice su mismo gesto acercándome a ella.

-Que bien que estés con él- me dijo Jasper, que había estado en silencio, recostado en el marco de la puerta- si me permites preguntar, Aro, Marco y Cayo, ¿que dijeron al respecto?- pregunto.

-Me recibieron y me aceptaron muy bien, incluso su hermana Jane.

Se sorprendió mucho con mi respuesta- Guao, no me lo esperaba- dijo sonriendo.

-Ni yo- dije y me reí.

-Alice ¿Qué significa eso?- le pregunto Edward a su hermana, que tenia los ojos en blanco y la mirada perdida.

-¿Qué significa que?- pregunte, todos en la habitación se tensaron, y un miedo extraño invadió mi ser, ¿será que los problemas no acabarían nunca?


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