sábado, 16 de octubre de 2010

SENTIMIENTOS

sorry x la tardanza esq no tenia internet :( pero ya volviii..espero les gustee

SENTIMIENTOS

Me sentía como una completa ridícula allí parada, se acerco lo suficiente a mi como para saludarme, si hubiera sido humana me habría puesto roja como tomate.

-Hola- me dijo sonriendo, y extendió su mano como gesto de saludo, estaba sumamente nerviosa, me sentía como una adolescente, hasta podía jurar q sentía esas maripositas en el estomago, extendí mi mano y el la tomo y la beso como un caballero, casi me daba un ataque, me sentía como una humana, como si no hubiera vivido mil años, como si hubiera vuelto a la vida.

-Hola-le dije casi sin aliento, y sin dejar de sonreír, estaba muy nerviosa, ¿Por qué me sentía así?, tenía la sensación de que mi corazón latía desenfrenadamente, producto de mi imaginación, ¿Cómo es que perdí la compostura de esa forma?

-Soy Alec Vulturi, tu eres una Denali ¿cierto?- me dijo, aun sonriendo.

-Si, Tanya, Tanya Denali.

Me sentía tan humana, ahí viéndolo mas de cerca pude notar que era realmente hermoso, su piel pálida, su cabello castaño, sus ojos, sus labios, era un espectáculo, quizá mas que Italia.

-Si me permites el cumplido, estas muy hermosa.

Creo que si no hubiera sido porque estaba recostada a la baranda del porche y porque se que no era posible, me hubiera desmayado, no sabia que decirle, lo único a lo que me limite fue a sonreírle.

-Gracias- le dije después de unos segundos, estaba totalmente paralizada, agradecí no poder sudar ni híper ventilar, porque de no haber sido lo que soy, ya estuviera nadando en sudor o híper ventilando, que horrible.

-¿Te gustaría Bailar conmigo?- me pregunto, el parecía tan casual, no estaba nervioso, no se si el lo notaba, pero yo si estaba nerviosa.

-Si-sonreí, tome su mano, tocarlo hacia que me estremeciera, ¿Por qué me hacia sentir de ese modo?, mientras nos acercábamos a la pista de baile pude ver y oír varias caras de asombro, y algunas de risa, como mi hermana y la hermana de el, avanzamos hasta la pista, y colocaron una música suave, romántica,  todos agarraron pareja, coloque mi mano en su hombro y la otra en una de sus manos, el coloco la mano libre en mi espalda, bailamos al ritmo de la música, muy lentamente, ese instante no lo cambiaria por nada, me sentía tan feliz, tan completa ahora, mi hermana tenia razón, yo había cambiado al verlo, aunque no se si me gusta, pero algo debía sentir hacia el, ese momento era especial, único, mágico y absolutamente perfecto, todas las personas a mi alrededor no las sentía, es como si solo estuviéramos el y yo, no se en que momento termine con mis dos brazos enganchados a su cuello y el con sus dos manos en mi espalda, como si bailáramos abrazados, sin embargo ninguno de los dos dijo una sola palabra, y eso era bueno porque si me hubiera dicho algo no sabría q responderle, todos mis sentidos estaban relajados, como si no los sintiera, podría haber pasado una guerra y no me habría dado cuenta, intente girar mi rostro y el hizo lo mismo, quedamos frente a frente, ahora tan cerca de el podía sentir su aliento en mi cara, olía realmente bien, como a rosas con algo de cereza, observe sus ojos mas de cerca, eran de un intenso rojo escarlata, pero aun así eran profundos, y tenían un brillo intenso, estoy segura de que mis ojos brillaban igual que los suyos, estábamos tan cerca que podía rozar sus labios con los míos.

Pero un segundo después el vampiro que estaba en mis brazos ya no estaba, se había ido, mire disimuladamente a los lados pero no lo encontré, Salí de nuevo al porche, tampoco estaba ahí, decidí sentarme en una de las sillas, ¿Qué era lo que había pasado?, ¿Qué me sucedió?, no quería ilusionarme de nuevo, y era bastante obvio que sentía algo por el, mis hermanas, Bella, Alice y Nessie, se acercaron a donde yo estaba.

-¿Qué fue eso?- me pregunto Kate divertida.

-Si Tanya, ¿Qué sucedió ahí?, no lo vi venir- me dijo Alice.

-No lo se chicas, fue muy extraño, pero lindo.

-Quien lo diría, quien te ve ¿eh Tanya?- me dijo Bella

-Ey chicas no paso nada.

¡Nada, ¡pero si estaba apuntito de besarte- me dijo mi hermana Carmen.

-Ja, ja, OK lo reconozco, pero igual no sucedió nada más.

-Vez te lo dije, te gusta, y al parecer a el también le gustas- me dijo Kate.

-No lo se, hermana, no creo que suceda algo mas.

-Yo no lo creo, si quieres puedo decirte lo que pasara- me dijo Alice sonriendo.

-Gracias Alice, pero prefiero mantener mi futuro en incógnita.

-OK, como prefieras- Alice era tan adorable como Nessie.

-Ya vuelvo Tanya-me dijo Kate- vamos Carmen, acompáñame.

-Si-le respondió ella.

Alice, Bella y Nessie también se iban.

-Mamá, ¿me puedo quedar un rato con Tanya?- le pregunto Nessie a Bella.

-Si, cuídala-lo último fue conmigo.

-Claro- le respondí.

Nessie se sentó junto a mí, y tomo mi mano, me mostró lo que había visto hace unos minutos atrás, a mí bailando con Alec, desde su perspectiva se veía muy romántico, ¿me pregunto si así lo habrán visto los demás?

-Se veían muy lindos- empezó.

-¿Tu crees pequeña?

-Claro, hacen una linda pareja, me gustaría que encontraras a tu pareja, te veías muy triste hace dos días.

Guao ella se dio cuenta, esta niña es increíble.

-¿Cómo te diste cuenta?

-Te observaba, y también mi padre me lo dijo.

Edward, claro.

-Eres muy hábil para captar las cosas, y claro con ayuda de tu padre es aun más fácil-Ella rió ante mi comentario.

-No en realidad yo le pregunte, porque si te note triste, pero no sabia por que.

-OH, Nessie, gracias, por preocuparte por mi, pero no tienes que hacerlo, yo estoy bien.

-Si, ahora si te noto algo mejor, conocer a Alec te ayudo a levantar el ánimo.

Edward se acerco a nosotras.

-Hija tu madre te busca-le dijo a Nessie.

-OK, papi ya voy.

Nessie se fue corriendo a donde estaba Bella, y Ed se sentó a mi lado.

-¿Cómo te sientes?

-¿Qué, serás psicólogo?- Edward se rió de mi comentario.

-Ja, ja, ja, no, es que tu mente es algo, digamos, peculiar.

-¿Y a que se debe?

-Será, ¿que sientes algo hacia Alec?

-Bueno a ti no puedo negártelo, pero, la verdad no lo se, y no quiero saberlo todavía.

-Si lo sabes, pero no lo quieres admitir, que es diferente, tu siempre me creíste como alguien que enfrenta sus problemas, y me alegra que hayas creído en mi y en cierto modo apoyado de alguna forma, y siento que ahora me toca a mi apoyarte, sabes que puedes contar conmigo.

-Lo se Edward, y también me alegra que creas en mi, pero la situación en este caso es diferente.

-No es diferente, es exactamente igual, o casi.

-Si la diferencia es que yo no deseo su sangre, por suerte para mi ya es vampiro- Edward rió y yo reí con el, lo considero como un verdadero amigo, como un hermano.

-Yo también te considero una hermana, Tanya- nos abrazamos, mi familia me había ayudado mucho en estos días, pero de aquí en adelante lo que sucediera estaba bajo mi control, y ellos no podían ayudarme, tenia que decidir sola, y descubrir lo que sentía.

La noche paso sin nada nuevo, y los pocos humanos que estaban fueron despareciendo hasta ya no quedar ninguno, quizá los vampiros se los llevaban para beber su sangre o tan solo estaban cansados y se fueron a sus casas, creo que había mas posibilidad a la primera opción que a la segunda, de cualquier forma a las cinco de la mañana no quedaba un solo rastro de humano en el lugar, decidimos irnos a la casa de Carlisle, Aro y todos los Vulturi o mas bien casi todos los Vulturi nos despidieron, de nuevo el no estaba, no se que reacción había tenido de mi como para que no apareciera en toda la noche después de lo que sucedió, pero de seguro no era buena, Edward negó con la cabeza a mi pensamiento, no le preste atención, le había dicho que no quería saber lo que pensaba.

Salimos del castillo de los Vulturi y llegamos a tiempo como para que el sol no nos molestara, Carlisle llamo al aeropuerto para pedir nuestros boletos de avión de regreso, pero le dijeron que solo estaban disponibles entre dos días, fue una suerte que encontrara un avión para todos, es decir, catorce asientos, los vuelos en esta época siempre estaban llenos, por ser verano, a la gente le gustaba salir de vacaciones, tuvimos que quedarnos todo el día en la casa porque hacia un sol intenso, eran ya como las seis y media de la tarde, decidí salir, me coloque una blusa morada y un pantalón, nuevo por cierto, con mis tacones negros, que también eran nuevos, no me gustaba usar ropa que ya me había puesto antes.

-Tanya ¿A dónde vas?-me pregunto Esme.

-Saldré un rato a conocer Volterra.

-¿Quieres que te acompañe hermana?- me pregunto Carmen

-No, si no te molesta, prefiero ir sola.

-Claro hermana.

-¿Sabes el camino de vuelta?- me pregunto Esme

-Claro- le dije con cara divertida e incrédula, ella me lo preguntaba porque yo no conocía la zona y como habían tantas calles podría confundirme, quizá un humano si se hubiera perdido, pero yo no, igual podía seguir su rastro.

Camine por las calles de Volterra, era una ciudad hermosa, de noche se veía mas hermosa aun, cuando pasaba las personas me miraban, era divertido ver sus rostros de asombro, la mayoría que me observaban eran hombres, hasta los niños me quedaban mirando, le reste importancia conforme me alejaba, llegue a un sendero que tenia un letrero que decía: parco - que significa parque en español, estaba escrito en Italiano, con mis tantos años, y todo ese tiempo libre me dedique a estudiar las lenguas y los idiomas, sabia casi todos los idiomas del mundo, incluido el latín que es de donde derivan casi todas las lenguas, no quise estudiarlas todas porque no sentí la necesidad, sin embargo conozco aproximadamente cincuenta y cinco idiomas, escribirlos, leerlos y hablarlos la mayoría no los uso porque ya desaparecieron, no se usan, una de las ventajas de ser de los inicios del mundo es que conozco lenguas tan antiguas que ni siquiera los mas grandes historiadores las conocen, son idiomas perdidos.

Decidí caminar por el parque, ya a las ocho de la noche quedaban muy pocas personas en el lugar, estaba oscuro, pero yo lo podía ver muy claramente era muy hermoso, y pacifico, me gustaría poder verlo de día, pero eso solo era posible si no hubiera un solo humano en muchos metros, camine hasta que vi un bello árbol, un roble, me senté debajo de el, a escuchar los sonidos de la naturaleza, ahí relajada podía escuchar cada pequeña respiración de los cientos de pequeños animales que estaban en el lugar, había una pequeña ardilla no muy lejos de donde me encontraba, y muchos insectos, arriba en la copa del árbol había un nido de pájaros, y en el un pequeño huevo, podía sentir el latir del corazón de ese polluelo, que le faltaba poco para nacer, sentía el viento en mi rostro, estar conectada con la naturaleza de ese modo era algo gratificante, me puse a pensar en la noche anterior, ¿Qué había sucedido con el?, ¿Por qué se había ido así?, Edward negó mi primera suposición, si no se había ido porque yo no le agradaba, entonces ¿Por qué fue?, fuera lo que fuera, me dolió, no estaba acostumbrada a los rechazos, el único que lo había hecho era Ed pero eso ya no me importaba, ahora me importaba el, y lo que pensara de mi.

Sentí una presencia, no era humana, me levante para ver mejor pero no vi a nadie, ya no quedaban humanos en el parque, me llego una ráfaga de viento y con ella un aroma, ese aroma no era nuevo para mi, olía a rosas y cereza, era el, me sorprendió mucho que estuviera ahí, volví a voltear pero no lo vi, era bueno para esconderse, gire y quede espaldas al árbol, y allí estaba, parado frente a mi, mentiría si digo que no me asusto.

-Hola- saludo.

-Hola- de nuevo me puse nerviosa.

-Debo decir, que eres realmente difícil de encontrar.

-¿Me buscabas?

-Si, quería disculparme contigo por lo que hice, no Devi irme de ese modo- me dijo, parecía apenado conmigo.

-No tienes porque hacerlo.

-Igual quiero que me disculpes, por favor- el modo en que me dijo eso, aparentaba algo de pena, pero sobre eso se notaba que realmente quería que yo lo disculpara, como si  hubiera cometido un error muy grande.

-Te disculpo- sonreí.

Se sentó en el pasto de frente a mí e hizo un gesto para que yo me sentara también, hice lo que me pidió.

-Me gustaría conocerte mejor Tanya- empezó.

¿En serio?, me pregunte a mi misma, me sentía feliz de nuevo, me sentí igual que anoche, humana.

Tarde unos segundo en responderle- ¿Qué quieres saber?

-No lo se, si te soy sincero, me llamas mucho la atención, y no se porque.

Baje la mirada, mi hermana tenia razón, al igual que anoche conmigo.

-Estamos en la misma situación-le dije.

-Ayer me fui de esa forma, porque me agarraste de sorpresa, no sabia como reaccionar.

-¿Sorpresa?- pregunte.

-Si, lo siento.

Nos quedamos en silencio, mirándonos el uno al otro, tenerlo allí conmigo me hacia sentir extraña, es una sensación deliciosa y especial, no decir nada, era mucho mejor que hablar, me hacia olvidar todo, y pensar en el, solo en el.

Ahora estaba segura de que me gustaba, quizá y mis sentimientos hacia el fueran mas grades pero por ahora no quería pensar en ello, solo disfrutar el momento.

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